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Pero si le sacamos partido igual no es caro, sino todo lo contrario.

Los modelos de IA son brillantes para unas cosas y sorprendentemente limitados para otras. De momento.

Y parece que la cosa funciona: Sentimos más empatía por estos chatbots.

La guerra de los modelos de razonamiento ya ha comenzado. Y los usuarios somos los grandes beneficiados.

Gemini ya no solo te contestará en el móvil o en el escritorio: también "pensará" lo que dice.

Pero claro, tienen (mucha) ventaja.

Una forma lógica de competir contra la nueva sensación de la IA.

Ya tienen competidor para Cursor y para el modelo o1 de OpenAI.

Los benchmarks indican que tenemos ante nosotros un modelo de IA absolutamente extraordinario.

De hecho, os proponemos resolver ese problema y otro. Uno con bolas de billar.

No es perfecto, pero es una demostración de cómo el gigante asiático sigue avanzando en este terreno.

Un problema es una oportunidad de mejora.